Mitsumasa Kido (城戸光政, Kido Mitsumasa) fue un multimillonario japonés amante de las culturas antiguas y del deporte del combate. A pesar de ser una persona corriente, Mitsumasa jugó un papel muy trascendental en la historia de Saint Seiya pues fue él quien encontró a Aiolos de Sagitario en sus últimos momentos de vida y recibió de su parte la encomienda de proteger no solamente su armadura sino también al bebé que tenía en sus brazos del mal que acechaba al Santuario desencadenando con ello los eventos que vendrían posteriormente.
Apariencia
Mitsumasa tenía el cabello corto, una abundante barba que llega a la altura del cuello (oscura -en el manga- y corta al momento de encontrarse con Aioros y posteriormente se tornaría blanca por la edad alargándose hasta el cuello) y suele utilizar kimonos tradicionales masculinos (como se le ve en los flashbacks del anime en el sorteo de los aspirantes a Santos) su rostro sufre cambios evidentes por el paso de los años mostrándose en algunas escenas previas a su muerte con varias arrugas detalladas en su frente y su rostro.
Personalidad
Todo sobre la vida de Mitsumasa Kido es un completo misterio, no se sabe cómo llegó a tener la fortuna que poseía ni como fue su vida en sus años más jóvenes aunque eso no quita que haya sido en algún momento de su vida alguien atractivo pero cargando con ello un pasado lleno de promiscuidad por las más de cien mujeres con las que tuvo relaciones y sus cien hijos confirmados. Cuando llegó el momento de asumir una responsabilidad importante como lo era proteger a la Diosa Atenea a quien hizo pasar por su nieta, Saori Kido su vida dio un giro enorme. Mostró mucha dedicación por la tarea encomendada por Aioros encontrando a sus cien hijos pero también sabía que sería duro contarles que él era su padre por lo cual se dispuso a tratarlos como si fueran desconocidos para él ganándose el odio posterior de sus hijos tras su fallecimiento aunque eventualmente ellos terminarían perdonándole su error una vez comprenden la tarea para la que fueron encomendados.
Historia
En un viaje por las ruinas de Atenas, Mitsumasa se encontraba extraviado ya que se había separado mucho del resto de los turistas. Es aquí cuando su vida cambia por completo cuando se encuentra con un Aiolos de Sagitario malherido durante un combate. Aiolos llevaba en sus brazos un bebe. Aiolos agonizante, le dice que las fuerzas del mal controlan el Santuario y han jurado matar al bebe que lleva. Aiolos le pide que acepte la responsabilidad de cuidar a la niña, que es la reencarnación de la diosa Athena.
También le encomienda entrenar a unos muchachos que se conviertan en caballeros para que protejan a Athena y a la armadura de Oro de Sagitario. Entonces Aiolos se derrumba y se muere. Mitsumasa coge a la niña y jura proteger su vida y la armadura de Oro de Sagitario, Mitsumasa le dice al cuerpo de Aiolos que puede morir en paz. Mitsumasa adopta a la reencarnación de Athena a la que hace pasar por su nieta y le pone como nombre adoptivo Saori Kido. Años más tarde Mitsumasa acogió una serie de huérfanos japoneses y de otras partes del mundo que fue entrenando poco a poco para que en el futuro fueran los protectores de Athena.
- En el anime: poco después de eso Mitsumasa le encarga a uno de los trabajadores de la fundación la fabricación de unas armaduras para unos caballeros de la época moderna. Mitsumasa le explica que estos Caballeros de Acero ayudarán a los futuros Caballeros de Bronce, y le dice que este proyecto es de alto secreto y no podía comentárselo a nadie. Mitsumasa le animaba cuando su trabajo no iba bien para que pudiera terminarlo. Cuando era una niña, Saori se aprovechaba de su situación y su posición económica para hacer lo que quería con esos huérfanos y darles órdenes, Mitsumasa llegó a reprenderla y le dijo que tendría que aprender a aceptar y sufrir como ellos lo hacen. Más adelante Mitsumasa le cuenta a Tatsumi el origen de Saori y que ella es la reencarnación de Athena. Le pide que no revele nada hasta que Saori no esté protegida por los Caballeros de Bronce.
Cuando los niños eran lo bastante mayores se hizo un sorteo para enviarlos a diferentes campos de entrenamiento, durante el cual
Mitsumasa interviene para que Ikki vaya a la Isla de la Reina Muerte en lugar de su hermano Shun. También promete a Seiya volver a ver a su hermana Seika tras su regreso con la armadura de Bronce después de su entrenamiento. Mientras Seiya se va Mitsumasa se queda pensando en que algún día Seiya comprenda sus decisiones.
Mitsumasa mandó construir un Planetarium en la mansión de la fundación para que Saori pudiera contemplar las estrellas y constelaciones que el mismo se encargo que conociera desde pequeña. Mitsumasa murió un año después de la marcha de los huérfanos a sus campos de entrenamiento, pero antes dejo elegidos a los jóvenes que portarían las armaduras de Acero. Tras su muerte Mitsumasa se convirtió en el mejor consejero de Saori cuando esta tenía problemas.
El espíritu de Mitsumasa aparece en el planetarium cuando Saori le pide ayuda después de que Ikki de Fénix robase la armadura de Oro de Sagitario. Mitsumasa le dice a Saori que debe ponerse del lado de los Caballeros de Bronce para luchar contra el mal, y que ese también es el objetivo de la fundación. Mitsumasa le dice que Ikki sirve a otra persona y que él no es su verdadero enemigo. Mitusmasa le recuerda que vencerá si se pone del lado de los caballeros, y que debe tener paciencia para que los caballeros la sigan, después el espíritu de Mitsumasa desaparece. El espíritu de Mitsumasa reaparece en el planetarium después de que los caballeros de Bronce se enfrentasen a Ikki y a los Caballeros de Negros.
Allí le explica a Saori que quien lleve la armadura de Oro debe proteger al mundo contra todo mal y contra cualquiera que quería adueñarse de ella como ya se hizo en el pasado. Mitsumasa le dice que debe dirigir a los Caballeros de Bronce, que debe ser muy prudente y que la humanidad les necesita, entonces desaparece. La última vez que aparece es en el recuerdo de Saori cuando esta es herida por la flecha de Oro al llegar al Santuario, y le recuerda que no debe perder la esperanza y confianza, y que con su voluntad podrá vencer las trabas que se pongan en su camino.
- En el manga: salvo por algunos hechos es exactamente igual, con la diferencia de que, presintiendo que la Armadura de Sagitario corría el peligro de ser robada, Mitsumasa ordenó la creación de diversas copias de la Armadura en cuestión para proteger la armadura original de cualquiera que quisiera robarla. En su lecho de muerte, Mitsumasa le revela a su nieta (de nueve años en ese momento) que ella era la reencarnación de Athena y que los jovenes que él envió a los diversos campos de entrenamiento a los que ella trataba tan duramente eran sus hijos. Finalmente Mitsumasa muere acompañado de su nieta y de su fiel mayordomo, Tatsumi sin poder ver los resultados finales de su obra.
En Saintia Shō
Mitsumasa se encuentra en sus momentos finales, junto a una Saori angustiada, A quien le dice que ella es Athena. La cual es resguardada por poderosos guerreros los cuales se reunirán con ella algún día para luchar contra el mal y que no tenga miedo, ya que la voluntad del Santo que le confió su vida cuando ella era una bebé los estará protegiendo.
Legado
El más importante legado que Mitsumasa dejó fue sin duda la formación de los guardianes del siglo XX que protegerían a la Diosa Athena de cualquier mal que azote al mundo. A Mitsumasa se le recuerda a menudo en la historia aunque sus hijos (sobretodo Ikki) terminarían guardándole un enorme rencor por el hecho de haberles ocultado la verdad, eventualmente lo irían perdonando ya que al menos sus actos les permitió a sus hijos reencontrarse y cumplir con su misión.
Galeria
Curiosidades
- Un error muy común entre los fans es asumir que Zeus es Mitsumasa Kido, dada su relación con Saori Kido y la cantidad de hijos de ambos. Este rumor ha sido desmentido.
- Se podría decir que es el personaje de toda la historia del manga y anime que más ha tenido tenido hijos.
- Es probable que para darle ese trasfondo a Kido, Kurumada se haya inspirado en el mito de Licaón (Λυκάων), rey de Arcadia, el cual tenía muchos hijos de distintas mujeres.