Sōjirō Tokito (
Como Gold Saint de Gemini, Sōjirō custodia el Templo de los Gemelos en el Santuario y forma parte de los doce guerreros más poderosos al servicio de la diosa Athena. Sin embargo, su verdadera identidad como Saint de Athena permaneció oculta tanto para su hermano Shōichirō como para su amiga Cattleya, quienes creían que él había ido a estudiar al extranjero. Años después, Sōjirō regresó a Japón con la misión de vigilar y proteger en secreto a Cattleya, por lo que se inscribió en la misma escuela a la que asistían ella y su hermano. Así, Sōjirō ingresó en la Graad International University High School, donde estaba en la clase B y se destacaba en el boxeo.
Durante su segundo año, la escuela organizó un viaje en barco. Todo transcurrió con calma hasta que llegaron al Mar Mediterráneo, donde un misterioso rayo de luz cayó del cielo e impactó contra la embarcación, provocando que comenzara a hundirse. En medio del caos, su hermano Shōichirō cayó al mar al intentar salvar a su compañera, Yoruhime Tsukishima. Creyendo que él había muerto, Cattleya despertó como la diosa Athena y usó su poder para salvar a los estudiantes. Después de este suceso, Sōjirō la llevó al Santuario, donde sería presentada como la reencarnación de Athena. Desde ese momento, Sōjirō se convirtió en su leal guardián, dedicado a protegerla. Sin embargo, una noche, mientras estaban en el Templo de Athena, fueron atacados por el ejército de Hades. Al ver sus rostros, Sōjirō descubrió que uno de sus enemigos era Shōichirō, quien, después de su muerte, se convirtió en uno de los Tres Líderes del Inframundo.
Apariencia[]
Sōjirō es un joven atractivo, de tez clara y cuerpo atlético, resultado del intenso entrenamiento físico al que se ha sometido. Esto, junto con su considerable estatura, le otorga una gran presencia. Su cabello es negro y parece mantenerlo desordenado, sin un peinado definido; sin embargo, se puede notar que varios mechones están peinados hacia el lado izquierdo. Su rostro no presenta rasgos únicos o particulares, pero tiene facciones bien definidas, lo que le otorga una apariencia atractiva, aunque a la vez común. El rasgo más destacable de su rostro son sus ojos, de un intenso color rojo.
Como muchos personajes de esta serie, Sōjirō ha lucido múltiples atuendos a lo largo de la historia.
Durante el tiempo que asistió a la Academia Graad, se le vio principalmente vistiendo el uniforme escolar, que consistía en un pantalón negro y un saco negro con líneas blancas en los bordes. Debajo del saco llevaba una camisa blanca y usaba una corbata verde, atada con un nudo windsor. Además, como calzado, tenía un par de zapatos negros.
Mientras estuvo en el Santuario, durante su entrenamiento, Sōjirō usaba el mismo atuendo que visten los aspirantes y Saints que residen allí: una camisa blanca de manga corta y un pantalón blanco, atado a la cadera con una cinta del mismo color. Como calzado, usaba un par de zapatos planos que se atan con tiras sobre el pie, un tipo de calzado conocido como "Crépida", utilizado por los habitantes de la antigua Grecia y Roma.
Al entrar en combate, Sōjirō convoca el Cloth de Gemini para proteger su cuerpo y poder utilizar todo su poder contra sus enemigos.
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Personalidad[]
(Próximamente)
Historia[]
Infancia[]
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Sōjirō junto a Shōichirō y Cattleya.
Poco se sabe sobre los padres de Sōjirō o la relación que tenía con ellos, ya que la única familia con la que se le ve conviviendo es su hermano gemelo, Shōichirō. Desde pequeño, Sōjirō demostró tener un carácter fuerte y una conexión especial con su hermano, a quien admiraba profundamente por su bondad y fortaleza. Esta admiración lo llevaba a defenderlo sin dudar cada vez que Shōichirō se metía en problemas con otros niños. Durante esos años, también conoció a Cattleya, quien se convirtió en una amiga cercana de ambos hermanos [3]. Juntos comenzaron a pasar la mayor parte de su tiempo libre, disfrutando de diversas actividades. En algún momento, los dos hermanos se unieron a un club de karate [4].
A los 8 años, Sōjirō fue descubierto por Aiolos, quien reconoció su enorme potencial y su poderoso cosmos, a pesar de su corta edad. El encuentro entre ambos y cómo Sōjirō llegó a saber que Cattleya era la reencarnación de Athena siguen siendo un misterio. Sin embargo, se sabe que Aiolos decidió llevarlo al Santuario, y Sōjirō aceptó con la esperanza de obtener la fuerza necesaria para proteger a Shōichirō y Cattleya [2]. Para no preocupar a su hermano y amiga, Sōjirō les mintió, diciéndoles que había sido seleccionado para estudiar en una escuela en el extranjero [3].
Sōjirō y Aiolos llegan al Santuario.
Al llegar al Santuario, Sōjirō y Aiolos observaron a lo lejos los Doce Templos. Al notar que Sōjirō estaba nervioso, Aiolos le dedicó unas palabras de aliento, asegurándole que no debía sentirse así, pues, con su increíble potencial, no había duda de que se convertiría en un Saint. Estas palabras llenaron de confianza a Sōjirō, quien comenzó a encender su cosmos, recordando que estaba allí para obtener el poder necesario para proteger a Shōichirō y a Cattleya. Aiolos, al percatarse de la intensidad de su cosmos, se sorprendió, señalando que, a pesar de ser tan joven, Sōjirō poseía un cosmos muy poderoso. Esto lo llevó a pensar que podría llegar a ser un Silver Saint o incluso un Gold Saint. Sōjirō se giró hacia él y le pidió que no le contara a Shōichirō ni a Cattleya sobre el arduo y peligroso entrenamiento que estaba por comenzar, ya que no quería preocuparlos. Aiolos, con una sonrisa, le aseguró que ellos no se enterarían y que no tenía de qué preocuparse. Así, los dos continuaron su camino hacia el Santuario, mientras Sōjirō, al caminar, pensaba que le gustaría llegar a ser un Saint tan noble y poderoso como Aiolos [2].
Momentos de felicidad de Sōjirō durante su entrenamiento.
Así, Sōjirō comenzó un arduo entrenamiento que se prolongó durante años. A lo largo de ese tiempo, tuvo que superar desafíos extremos, que iban desde realizar intensos ejercicios físicos durante horas y golpear una enorme roca, hasta ser sumergido en las profundidades del mar, atado a pesadas rocas. En múltiples ocasiones, luchó contra sus compañeras de entrenamiento. En una de esas batallas, una de ellas lo golpeó con tal fuerza que lo lanzó por los aires. Y, por si fuera poco, también llegó a ser arrojado directamente a un volcán en erupción. No obstante, el entrenamiento no solo se centró en pruebas físicas. Sōjirō también se dedicó a estudiar disciplinas académicas, como matemáticas y otras materias. Además, no todo fue sufrimiento y dolor; también hubo momentos de calma y felicidad junto a sus nuevas compañeras, como cuando organizaron una fiesta para celebrar el cumpleaños de Aiolos [2].
Aiolos y Sōjirō observan las estrellas.
Años después, cuando Sōjirō finalmente completó su entrenamiento y se convirtió en el Saint de Gemini, se reunió con Aiolos una noche para admirar las estrellas sobre el Santuario. En ese momento, Aiolos lo felicitó por su esfuerzo y por haber alcanzado su objetivo. Luego le explicó que el destino de los Saints era enfrentarse a Hades en la inminente batalla que se avecinaba y le pidió que usara su poder solo para mantener el orden y la justicia en el mundo, así como para proteger a Athena. Convencido de su misión, Sōjirō respondió con un "sí" a su maestro, lo cual provocó que Aiolos sonriera alegremente [2].
La misión de proteger a Athena[]
Sōjirō se reúne con Cattleya y Shōichirō.
Tiempo después, Sōjirō, junto a Theseus y Aiolos, viajan a Japón con la misión de proteger en secreto a Cattleya. Para cumplir con su objetivo, se inscribe en la Academia Graad, donde también asistirán Cattleya y Shōichirō. El día de ingreso a la escuela, Sōjirō se encuentra con Cattleya, y juntos se dirigen al edificio donde vive Shōichirō, pues planea sorprenderlo revelándole que ha vuelto y que asistirá a la misma escuela. Para darle la sorpresa, Sōjirō se esconde detrás de un poste mientras espera que su hermano salga de casa. Poco después, Shōichirō se encuentra con Cattleya, quien le señala el lugar donde Sōjirō se oculta. Entonces, Sōjirō sale de su escondite, y Shōichirō, al verlo, se sorprende al notar que lleva el mismo uniforme que ellos. Finalmente, Sōjirō le revela que estarán en la misma escuela, y los tres comparten la alegría de estar juntos de nuevo. Conversan sobre lo que han vivido durante el tiempo en que estuvieron separados, aunque Sōjirō sigue ocultando la verdad y solo menciona una historia inventada sobre su supuesta escuela en el extranjero [3].
Sōjirō derrota a sus enemigos.
Al terminar la charla, los tres se dirigen hacia la escuela. En el camino, Sōjirō percibe la presencia de un enemigo, por lo que inventa una excusa sobre un dolor de estómago para separarse, prometiéndoles que se reunirá con ellos en la escuela. Rápidamente, Sōjirō se desplaza hacia la sombra de un edificio, donde se topa con tres cadáveres vivientes. Antes de enfrentarlos, aparece Theseus, quien se aproxima a Sōjirō y le explica que esos muertos son guerreros de una antigua Guerra Santa y sospecha que pertenecen al ejército de Hades; por lo tanto, no pueden ser derrotados, sin importar cuánto daño reciban. Entonces, Sōjirō utiliza la técnica Another Dimension para vencerlos. Impresionado por el poder de su compañero, Theseus reconoce su habilidad, pero también percibe que su excesiva amabilidad podría perjudicarlo en el futuro. Ambos conversan sobre la aparición de estos muertos, y Theseus sospecha que alguien podría estar manipulándolos, por lo que empieza a observar los alrededores en busca de esa persona [3].
Sōjirō percibe la mirada de Charlotte.
Tras lo ocurrido, Sōjirō llega a la escuela, donde se está llevando a cabo la ceremonia de ingreso. Se mueve con discreción para sentarse junto a Cattleya y Shōichirō. Una vez acomodado, observa el lugar y nota que Theseus también está allí como alumno. Al frente, ve a Aiolos junto al director, ya que él se ha incorporado como profesor. Sin embargo, Sōjirō siente un poderoso cosmos y comienza a buscar su origen, descubriendo que proviene de una joven cuya belleza ha causado sensación entre los estudiantes. Cattleya, al notar que Sōjirō observa a la chica, le comenta que es realmente hermosa, pero él, al percibir el intenso cosmos de la joven, permanece en alerta ante su presencia [3].
Sōjirō se reúne con Theseus y Aiolos.
Sōjirō pasa el tiempo con Cattleya y Shōichirō, pero permanece alerta ante la presencia de esa chica misteriosa, quien ha estado siguiendo a Cattleya por toda la escuela. Por ello, se reúne con Theseus y Aiolos para discutir lo que está sucediendo. Los tres comienzan a vigilar en secreto a la joven, esperando que haga algún movimiento sospechoso. Sin embargo, al ver que ella solo observa a Cattleya sin realizar ninguna acción, empiezan a dudar si realmente es una enemiga. Sōjirō propone enfrentarse directamente a ella para descubrir sus intenciones, y Theseus y Aiolos están de acuerdo con él, dejándole la situación en sus manos. Así, Sōjirō se dirige a la azotea del edificio, donde la chica está observando a Cattleya [5].
Sōjirō ataca a Charlotte.
Al llegar, la joven lo saluda, refiriéndose a él como el Saint de Gemini, e inmediatamente se presenta como Charlotte de Necromancer, explicando que está vigilando a Athena por orden de Pandora. Aunque Charlotte desea evitar el combate, Sōjirō sigue desconfiando de ella y decide enfrentarse. Ambos invocan sus armaduras y comienzan a luchar, atacándose con sus técnicas especiales. Charlotte cree haber derrotado a Sōjirō con su técnica Mort Resurrection y abandona la escena. Sin embargo, Sōjirō se levanta ileso y le dice que no ha percibido un cosmos maligno ni intenciones maliciosas en ella, por lo que no desea continuar el combate. Charlotte se quita la armadura y sonríe a Sōjirō, quien está dispuesto a escucharla. Así, ambos deciden retirarse a otro lugar para hablar [5].
Charlotte y Sōjirō en el restaurante.
Los dos entran en un local de comida para hablar. Inicialmente, Sōjirō parece incómodo pensando que puede ser extraño que hablen en ese lugar, pero ella responde que seguramente los demás pensarán que están hablando de algún videojuego o serie. Sōjirō le pregunta si es cierto que no intentan atacar a Athena, a lo que ella responde que es cierto y que ahora están en paz. Ambos continúan charlando, pero Sōjirō se sorprende cuando Charlotte le cuenta que varios de sus compañeros han sido derrotados por los Saints, pues no sabía que ya estaban luchando contra el ejército de Hades. Charlotte no puede creer que un Gold Saint desconozca tal situación, y continúa explicando que había estado investigando la derrota de sus compañeros pensando que era una orden de Athena, pero se dio cuenta de que Athena aún no había despertado y juzgó que no estaba en posición de dar órdenes. Cuando terminan de comer y de hablar, los dos abandonan el lugar, pero antes de irse, Charlotte le agradece por haberla escuchado y le dice que es una buena persona [5].
Al salir del restaurante, Sōjirō se despide de Charlotte y, de inmediato, llama a Aiolos para informarle sobre lo que ha descubierto. Aiolos, quien aún se encuentra en la escuela, no confía completamente en la información proveniente de un enemigo y considera que no habría problema si un Saint se adelantara y comenzara a atacar a los Specters tan pronto como los encontrara. Al final de la llamada, Aiolos le agradece por el informe y le pide que siga protegiendo a Athena mientras él continúa patrullando el campus [5].
Sōjirō mira con tristeza el cielo sin saber por qué.
En su departamento, Sōjirō está recostado en su cama, mirando su celular con preocupación. En ese momento, su hermano entra en la habitación con dos tazas de té y, al verlo pensativo, le pregunta si estaba hablando con alguien. Sōjirō le revela que uno de los maestros presentes en la ceremonia de ingreso era Aiolos, la persona que lo había ayudado cuando estuvo en el extranjero. Aunque no le cuenta toda la verdad, aprovecha para hablar sobre la gran persona que es Aiolos. Sin embargo, algo extraño comienza a suceder con la pantalla de su celular, lo que genera un mal presentimiento en Sōjirō. Mientras tanto, sin que él lo sepa, Aiolos está luchando contra Eito en la Academia Graad, donde su oponente logra herirlo gravemente y, finalmente, lo elimina por completo de la existencia. Este suceso provoca que, en el celular de Sōjirō, el nombre de Aiolos desaparezca, y él lo olvide como si nunca hubiera existido. Confundido, se pregunta con quién debía hablar ahora, si acaso con Theseus, ya que solo ellos dos habían viajado en esta misión. Al mirar hacia la ventana, Sōjirō observa una estrella fugaz y recuerda haber oído que estas eran fragmentos de estrellas que surcaban el cielo, pero se pregunta dónde escuchó eso y por qué, de repente, se siente tan triste [2].
Sōjirō entrenando.
Los meses pasaron y, durante ese tiempo, la vida de Sōjirō transcurrió con normalidad, en compañía de sus amigos y su hermano. Además, continuó practicando boxeo y de vez en cuando se reunía con Theseus para hablar sobre su misión. En una ocasión, mientras caminaba por la escuela con Shōichirō y Cattleya, esta última vio un cartel que anunciaba un viaje en barco por el Mediterráneo organizado por la escuela. A Cattleya le entusiasmó la idea, ya que siempre se había sentido atraída por la cultura de Grecia y no había tenido la oportunidad de viajar desde el accidente que sufrió su familia [6].
Sōjirō vs Julius.
Poco después, durante una práctica deportiva, Sōjirō, Shōichirō y Theseus participaron en un partido de fútbol en el que Sōjirō se enfrentó a Julius, el capitán del equipo escolar. Julius logró burlar a Sōjirō y avanzar hacia la portería. Al observar esto, Theseus le comentó cómo era posible que perdiera el balón siendo él un Gold Saint, a lo que Sōjirō respondió que Julius era un joven de gran talento y que incluso podría tener las habilidades necesarias para convertirse en un Saint. Mientras tanto, Julius alcanzó la portería y disparó, pero Shōichirō, quien jugaba como portero, logró desviar el balón. Sōjirō felicitó a su hermano por la jugada, y Julius, reconociendo su habilidad, también lo felicitó. Además, les propuso que se unieran a su equipo de fútbol, una invitación que los dos hermanos rechazaron amablemente. Al finalizar el partido, Sōjirō y Shōichirō se reunieron con Cattleya, quien los felicitó por el esfuerzo que dieron [7].
El despertar de Athena[]
Sōjirō y Cattleya en la fiesta.
Un tiempo después, durante el viaje escolar en barco por el Mediterráneo, Sōjirō disfrutaba de la fiesta que celebraban los estudiantes. En un momento, él y Cattleya se acercaron a Shōichirō, quien observaba el mar y a Yoruhime. Con tono burlón, Sōjirō le preguntó a su hermano si estaba mirando a su chica favorita. La reacción de Shōichirō llevó a Sōjirō y Cattleya a preguntarle directamente si le gustaba ella. Aunque Shōichirō evitó responder con claridad, ambos estaban seguros de que sentía algo por Yoruhime. Seguidamente, los tres escucharon a Julius dar un discurso motivador, en el que les recordaba a todos los presentes que eran jóvenes promesas que contribuirían al futuro del mundo. Poco después, un gato comenzó a correr por el barco hasta llegar junto a Yoruhime. Al ver esto, Sōjirō tomó a su hermano por el cuello de la camisa y lo lanzó en dirección a Yoruhime, para que la ayudara [4].
Sōjirō y Cattleya observan como Shoichiro y Yoruhime caen al mar.
Sin embargo, la tranquilidad y la felicidad de ese momento se vieron abruptamente interrumpidas cuando una columna de luz impactó la embarcación, provocando un incendio y una serie de explosiones que sacudieron el barco. En medio del caos, Yoruhime fue arrojada contra la borda, y sin pensarlo, Shōichirō se lanzó para rescatarla, pero en su intento por salvarla, ambos terminaron cayendo al mar. Ante las miradas impotentes de Sōjirō y Cattleya, quienes no pudieron hacer nada para evitarlo, Shōichirō sujetó al gato que Yoruhime llevaba en sus brazos y, para salvarlo, lo arrojó hacia Sōjirō. Con lágrimas en los ojos, Sōjirō solo pudo observar cómo su hermano desaparecía en las profundidades del mar [4].
Sōjirō protege a Cattleya.
Cattleya, llena de desesperación, seguía gritando el nombre de Shōichirō cuando una explosión provocó que varios fragmentos de metal se dirigieran hacia ella. Rápidamente, Sōjirō destruyó los fragmentos con sus puños para protegerla. Cattleya notó que Sōjirō emitía un resplandor dorado, algo que lo sorprendió, pues el cosmos debería ser invisible para las personas normales. Esto le hizo preguntarse si acaso ella estaba despertando como Athena. Más explosiones comenzaron a sacudir la embarcación y, desesperado, Sōjirō se preguntó cómo podría proteger a todos mientras cuidaba de Cattleya. En ese momento, Cattleya, abrumada por el fuerte impacto emocional de la pérdida de su amigo Shōichirō y al ver el sufrimiento de sus compañeros, despertó como la diosa Athena para poder salvarlos. Fue entonces cuando Niké apareció frente a ella y, al tomarla, utilizó su cosmos para dispersar las llamas, mientras pedía a Sōjirō y Theseus, a quienes ahora reconocía como Saints, que la ayudaran a llevar la embarcación a un lugar seguro. Los tres usaron sus cosmos para hacer flotar el barco sobre el mar [8].
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Los Gold Saints reunidos.
Tras haber salvado a los estudiantes y trasladado el barco a tierra, Sōjirō y Theseus llevaron a Cattleya al Santuario, donde la joven debía asumir su papel como Athena. Una vez allí, con la ayuda de Kōgetsuki, Cattleya se preparó para presentarse ante los Gold Saints y el Papa, quienes la esperaban en la cámara papal, formados en fila. Cuando Cattleya los miró, Sōjirō la recibió con una sonrisa. Ella, aún insegura de cómo comportarse como diosa, se presentó de manera algo ingenua ante los Gold Saints. Al ver esto, Sōjirō no pudo evitar reírse, mientras los demás Gold Saints, al observar la actitud de Athena, comenzaron a expresar sus opiniones. Algunos tenían una opinión favorable de ella, mientras que otros la consideraban demasiado inexperta para la batalla que estaba por comenzar. El Papa intervino para calmar los ánimos y continuó con la presentación. Fue entonces cuando Cattleya, con determinación, declaró que no permitiría que nadie muriera en la próxima batalla. Estas palabras la hicieron sonrojar, regresando a su actitud inocente, lo que provocó que Sōjirō siguiera riendo. Sin embargo, Theseus tomó en serio lo que dijo Athena, y aunque sus palabras fueron vistas como ingenuas, expresó que desearía que pudiera hacerlas realidad. Kōgetsuki, al escuchar esto, respondió que Cattleya quizá podría marcar la diferencia [9].
Sōjirō y Kōgetsuki vigilan la habitación de Athena.
Al caer la noche, Kōgetsuki y Sōjirō vigilan a Cattleya, quien aún se encuentra triste por la muerte de Shōichirō, desde fuera de su habitación, y aprovechan para hablar sobre ella. Kōgetsuki comenta que puede percibir que Cattleya es una persona fuerte, a pesar de que aún no ha despertado por completo como Athena. Sōjirō responde que siempre ha sido así, ya que Cattleya tiende a guardar sus problemas para sí misma y se recupera por su cuenta. Luego, Sōjirō le dice que siempre ha hecho todo lo posible por ella, pero que, si no le importa, ahora la dejará en manos de Kōgetsuki, pues cree que ella es la razón por la que Cattleya ha logrado mantenerse fuerte en ese momento [10].
La misión del rey del Inframundo[]
Tres meses han transcurrido desde la llegada de Cattleya al Santuario, y Sōjirō ha permanecido a su lado como su amigo y fiel guardián. En este tiempo, Cattleya ha tenido la oportunidad de conocer a los demás Gold Saints, excepto Eito de Capricorn, quien se ha mantenido aislado en su Templo. Debido a este comportamiento y al hecho de que Theseus le contó que él fue el responsable del ataque al barco, Sōjirō desconfía de Eito y sugirió a Theseus que debían mantenerlo vigilado [11]. Mientras tanto, en el Inframundo, Shōichirō despierta como uno de sus Líderes, y Hades le asigna, junto a Yoruhime, la misión de eliminar a Athena, a quien culpan por la destrucción del Inframundo [12].
Sōjirō observa el rostro de su enemigo.
Por la noche, Sōjirō y el Papa acompañan a Cattleya a su habitación, donde el Papa le pide a Sōjirō que proteja a Athena. Cattleya entra a su habitación y vuelve a su comportamiento normal, agradeciendo que Sōjirō sea la persona encargada de protegerla esta vez, ya que solo con él y con Kōgetsuki puede actuar con normalidad. Cattleya se queda dormida en su cama mientras Sōjirō, fuera de la habitación, descansa en una silla. De repente, Sōjirō siente la presencia de enemigos entrando en el Templo de Athena e inmediatamente se levanta para luchar contra ellos, deteniendo la flecha negra con la que intentan matar a Athena, pero al ver la cara del enemigo, se da cuenta de que es Shōichirō. En ese momento, Cattleya se despierta y sale corriendo de su habitación para ver que los enemigos son su amigo y sus antiguas compañeras de clase [12][11].
Wyvern vs. Gemini.
Shōichirō se encuentra confundido por lo que está sucediendo, pero no tiene tiempo para procesarlo, ya que Sōjirō comienza a atacarlo de inmediato. Al mismo tiempo, Yoruhime se acerca a Cattleya y la cuestiona por haber destruido el Inframundo. Esta situación provoca que Shōichirō pierda el control y entre en un estado de furia. Por ello, invoca su Surplice y, siguiendo las órdenes de Yoruhime, se prepara para atacar con su técnica Greatest Caution. En respuesta, Sōjirō contraataca con su técnica Galaxian Explosion [11]. El choque de poderes causa daños en ambos, quienes son lanzados contra una pared por la fuerza de la colisión. Cattleya y Yoruhime gritan angustiadas por ellos, pero su preocupación se disipa al ver que ambos se levantan de entre los escombros. Shōichirō recupera la conciencia y detiene el combate, dirigiéndose a Cattleya para preguntarle por qué destruyó el Inframundo, ya que él estuvo allí y considera que es un buen lugar. Cattleya, entre lágrimas, le responde que ella no atacó ese lugar y que tanto ella como el espíritu de Athena no quieren esta guerra. Al escuchar esto y ver la expresión de la joven, Zhu y Yoruhime se dan cuenta de que no está mintiendo. Zhu se pregunta si Hades les ha mentido, pero Yoruhime no lo cree así y considera que hay un tercer enemigo involucrado en este conflicto. Por lo tanto, tendrán que enfrentarse primero a esa persona [13].
El deseo de la diosa[]
Este descubrimiento impulsa a Yoruhime a poner fin al enfrentamiento, lo que alegra a todos los presentes. Shōichirō se aproxima a Cattleya y Sōjirō para charlar alegremente con ellos, pero, al poco tiempo, Yoruhime les informa a Zhu y Shōichirō que deben marcharse de inmediato, ya que los Saints podrían llegar en cualquier momento [14].
Sōjirō y Shōichirō protegen a Cattleya.
De repente, sorprendiendo a todos, la flecha negra que yacía en el suelo se eleva y atraviesa una ventana, por donde entra el Cloth de Sagittarius. Este sostiene la flecha y la coloca en su arco, apuntando directamente a Cattleya. Todos se dan cuenta de que su intención es matar a Athena, por lo que Yoruhime le ordena a Zhu que lo detenga. Sin embargo, el ataque de Zhu es repelido y devuelto contra ella. Al ver esto, Yoruhime se pregunta cómo es posible que un Saint pueda usar la flecha del Inframundo y poseer un cosmos tan maligno. Entonces, Sōjirō y Shōichirō se posicionan frente a Cattleya para protegerla. Sagittarius ataca con su Atomic Dark Bolt, disparando la flecha hacia Athena. A pesar de que los hermanos combinan sus fuerzas para detenerla, la flecha los hiere y los lanza por los aires, mientras sigue su curso hasta clavarse en el pecho de Cattleya [14].
El alma de Athena aparece frente a ellos.
La flecha clavada en el pecho de Cattleya comienza a brillar, y el Cloth de Sagittarius también emite una luz desde su interior. Todos los presentes, excepto Zhu, son envueltos por esa luz y transportados a un espacio desconocido. Allí, el alma de Athena se manifiesta ante ellos y solicita la ayuda del alma de Sagittarius para transmitir su voluntad. Así, Athena les revela que esta Guerra Santa ha estado siendo manipulada por el Demiurgos, un dios maligno con el poder de controlar la reencarnación y que desea destruir el mundo entero. Desde las sombras, este dios ha estado manipulando la Guerra Santa con la ayuda de Saints y Specters que se han aliado con él [15].
Athena explica el destino de la constelación de Gemini a Sōjirō.
Cattleya entonces le pregunta a Athena qué deben hacer para detener a ese dios. En respuesta, el resplandor de la diosa envuelve a Cattleya y a Yoruhime, mientras les explica que ambas son los estandartes de la esperanza, y que, para luchar en esta batalla, convocarán a compañeros de confianza. Así como en el pasado, Athena contó con guerreros leales y valientes que la acompañaron en su cruzada, en este mundo o en cualquiera de los infinitos mundos, aquellos con un alma justa siempre se unirán a quien porte el espíritu de Athena para derrotar el mal. Al escuchar esto, Cattleya y Yoruhime aceptan enfrentarse a ese enemigo. Luego, Athena se dirige a Shōichirō y Sōjirō para brindarles ánimo, y revela a Sōjirō que quienes siempre se han preocupado más por el bienestar del mundo están protegidos por la constelación de Gemini. Aunque estos se debatan entre el amor y el odio, nadie puede vencer sus almas. Sōjirō le responde que no será derrotado en nombre del Gold Saint de Gemini. Finalmente, la diosa les pide que protejan el mundo, y los cuatro se miran con determinación, prometiendo, sin decir una sola palabra, que detendrán la guerra y derrotarán al enemigo [15].
Sōjirō recuerda a Aiolos.
Los cuatro son devueltos al interior del Templo de Athena, donde la flecha que atravesaba el pecho de Cattleya desaparece y el Cloth de Sagittarius recobra su forma original. En ese instante, Sōjirō escucha la voz de su maestro Aiolos, quien le confía todo a su cuidado. En ese momento, recuerdos de él comienzan a surgir en su mente, mientras lágrimas de sangre brotan de sus ojos. Lamentándose por haber olvidado a Aiolos, coloca la mano sobre su rostro, horrorizado al comprender que su enemigo no solo puede manipular su memoria, sino que incluso tiene el poder de borrar a una persona de la existencia. Luego, les explica a todos que el cosmos maligno que corrompía el Cloth de Sagittarius ha sido purificado por el alma de un valiente Saint, quien sacrificó lo último de su cosmos para liberar esa Cloth y permitirles comunicarse con el alma de Athena [15].
Sōjirō propone usar Another Dimension.
En otra parte del Santuario, el Papa detecta la presencia de los Specters y, preocupado, ordena a los Saints que se dirijan al Templo de Athena. Ante esto, Sōjirō le dice a Shōichirō que deben poner fin a esta retorcida Guerra Santa. Por ello, le pide que confíe en él, a lo que Shōichirō responde que es la persona en la que más confía en este mundo. Así que, para evitar que Shōichirō y sus compañeros fueran capturados por los demás Saints, decide usar su técnica Another Dimension. Cattleya le pregunta si no es arriesgado emplear esa técnica en su contra, pero Sōjirō le explica que tiene plena confianza en que Shōichirō podrá sobrevivir y que se volverán a reunir después. Shōichirō, confiando en su hermano, sujeta a Zhu y Yoruhime para protegerlas, mientras Sōjirō ejecuta su Another Dimension, el cual los absorbe y los envía a otra dimensión [16].
Un poco más tarde, el Papa, Eulalia y Kōgetsuki llegan al Templo, donde solo encuentran a Sōjirō y Cattleya. Eulalia, visiblemente molesta, les pregunta qué ha sucedido, mientras el Papa interroga a Sōjirō sobre si fue un ataque de los Specters, lo cual él confirma y explica que los destruyó con su Another Dimension. Mientras observa al Papa y a las Gold Saints, Sōjirō se pregunta si alguno de ellos podría ser uno de los traidores que mencionó Athena, aunque para él todos parecen buenas personas [16].
Wyvern contra Capricorn[]
Reunión para discutir quiénes son los Saints de confianza.
Poco después, Cattleya y Sōjirō se reúnen con Theseus, a quien Sōjirō considera un Saint de confianza. Juntos comienzan a elaborar una lista de Saints que consideran dignos de confianza. Cattleya, sin dudarlo, decide incluir a Eito, lo que sorprende tanto a Theseus como a Sōjirō. Ambos le preguntan si lo conoce, y ella responde que Eito asistió a la misma escuela primaria que ella y Shōichirō, y que, cuando tuvo la oportunidad de hablar con él, se dio cuenta de que era una buena persona. Sōjirō y Theseus le señalan el comportamiento extraño de Eito, quien se ha aislado desde la llegada de Cattleya al Santuario, y por ello lo han estado vigilando, ya que no confían en él. Cattleya, entonces, recuerda el incidente entre Eito y Shōichirō durante el torneo de kárate, cuando Shōichirō lo hirió gravemente. Sin embargo, Cattleya está convencida de que Eito sigue siendo una buena persona y cree que un suceso como ese no debería haber cambiado su forma de ser. Por eso, siente que sería un aliado valioso [17].
Habilidades[]
- Es un joven dotado de gran inteligencia y talento, ya que logró ingresar como alumno en un prestigioso colegio como la Academia Graad. Además de sus habilidades académicas, también destaca por su talento en deportes como el "boxeo".
- Pensamiento analítico: Esta habilidad permite a Sōjirō comprender y desglosar cualquier situación desde una perspectiva general [1]. Su aguda percepción le permite examinar cada detalle de lo que sucede a su alrededor, lo que le ayuda a determinar la mejor estrategia para su próximo movimiento.
Sōjirō realiza un riguroso entrenamiento.
- Sōjirō es un joven que nació con un poderoso cosmos latente dentro de él [18]. Por lo tanto, incluso cuando tenía solo ocho años y aún no había obtenido el título de Saint, ya mostraba una resistencia física sobrehumana. Esto se evidencia claramente en su entrenamiento, donde fue sometido a rigurosas pruebas extremas:
- Tenía que golpear una enorme roca con las manos desnudas y sostener el peso de su cuerpo únicamente sobre los dedos índices durante largos períodos de tiempo [19].
- Lo enviaron a meditar en el fondo del mar, teniendo que soportar tanto la presión del fondo marino como la falta de oxígeno. Esto no solo demuestra su resistencia física, sino también su capacidad sobrehumana para contener la respiración durante un tiempo considerable [19].
- Por último, fue arrojado a un volcán, donde tuvo que soportar temperaturas extremas que oscilaban entre los 800 y los 1,200 grados centígrados, que es la temperatura a la que se encuentra el magma [19].
- Como un Saint puede controlar la energía conocida como cosmos.
- Sōjirō es considerado uno de los Saints más fuertes de su generación. Su compañero Theseus menciona que su cosmos es impresionante, sugiriendo incluso que podría ser uno de los mejores Saints que existen [20]. Por su parte, Charlotte también reconoce la fuerza de su cosmos al sentirlo y, posteriormente, afirma que, según se dice, Sōjirō, como el Saint de Gemini, es el más poderoso de todos los Gold Saints [21].
- Su impresionante poder queda evidenciado cuando se enfrenta en igualdad de condiciones a su hermano Shōichirō [13], quien ha sido reconocido por Hades como el Specter más poderoso de su ejército [22]. Además, Sōjirō, al concentrar y elevar su cosmos al máximo, logra que su Galaxian Explosion trascienda dimensiones para atacar a un dios tan poderoso como Yaldabaoth y, así, impedir su resurrección [23].
- Los Saints tienen el poder para rasgar el cielo con sus puños y partir la tierra con sus patadas [24].
- Velocidad de la luz: Como Gold Saint, Sōjirō es capaz de moverse y luchar a la velocidad de la luz, es decir, a 300,000 kilómetros por segundo [25]. Además, al ser uno de los Gold Saints más poderosos de su generación, es posible que incluso supere esta velocidad, al igual que su compañero Vassilios [26]. También ha demostrado poder enfrentarse en igualdad de condiciones a su hermano Shōichirō [13], cuya velocidad es tan impresionante que, para un Gold Saint como Eito, parece que se teletransporta [27].
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Sōjirō protege a Eulalia con una barrera dimensional.
- Control del espacio: A través de su técnica Another Dimension, Sōjirō puede manipular el espacio-tiempo a su alrededor, abriendo así una grieta interdimensional que conduce a otra dimensión [28][29][30]. Además, mediante esta técnica, también puede crear una barrera dimensional en forma de cubo que rodea el área o a la persona que desea proteger [31]. De este modo, los ataques de su adversario son desviados hacia otra dirección, evitando que cualquier tipo de ataque pueda alcanzar el área dentro de la barrera [32]. Incluso el cosmos de Yaldabaoth, capaz de cruzar las barreras entre dimensiones y producir grietas en ellas [33], fue desviado por esta barrera [34].
Sōjirō toca los Puntos de Vida Estelares de Eulalia para tratar sus heridas.
- Puntos de Vida Estelares: Sōjirō ha demostrado un amplio conocimiento sobre los puntos vitales, conocidos como Puntos de Vida Estelares, que se dice controlan la vida de los Saints. Al golpear con precisión estos puntos, tanto en su propio cuerpo como en el de un compañero, es capaz de acelerar la curación de ambos [35]. Además, se afirma que, en situaciones en las que esté envenenado o incapacitado, puede golpear estos puntos en su cuerpo para incrementar su vitalidad y así superar dichas dolencias [36]. Sin embargo, su utilidad va más allá de la curación; al ser puntos vitales, un golpe certero en estas áreas puede intensificar el daño en el cuerpo de su oponente, aumentando las posibilidades de que su ataque sea letal.
Curiosidades[]
- En la ficha técnica del personaje, incluida en el Volumen 3, también se describen sus aficiones, gustos y aversiones.
- Pasatiempos: deportes (en general, desde juegos de pelota hasta e-sports).
- Gustos: boxeo, arroz frito y perros.
- No le gusta: dictaduras, refrescos y ratas.
- Sōjirō es el único Saint de Gemini principal en la franquicia que no tiene problemas mentales. No sufre de doble personalidad como Paradox, ni tiene un gemelo parásito como Cain, y tampoco fue manipulado mentalmente por un dios, como les ocurrió a Saga y Aspros. Además, es el único que, de adulto, mantiene una buena relación con su hermano gemelo. Desde pequeños, siempre fueron muy unidos, y, de grandes, Sōjirō sigue mostrando un gran aprecio por él. La única vez que pelearon fue cuando Sōjirō pensó que su hermano estaba siendo controlado por Hades al convertirse en Specter. Pero, pronto se dio cuenta de que no era así, y su relación volvió a ser tan buena como siempre.
- El hecho de que Sōjirō destaque en un deporte como el boxeo es una referencia a Pólux, uno de los gemelos que dieron origen a la constelación de Géminis, quien, según los mitos griegos, fue conocido por su destreza en un estilo de combate similar al boxeo.
- La batalla en el capítulo 13, entre Shōichirō y Sōjirō, puede hacer referencia a dos eventos que ocurren en el universo principal de Saint Seiya:
- Siendo Sōjirō el Saint de Gemini y combatiendo contra su gemelo, podría aludir a la batalla entre Kanon y Saga en el Santuario durante la Saga de Hades.
- Siendo Sōjirō el Saint de Gemini y luchando contra el Specter de Wyvern, también podría hacer referencia a la batalla entre Kanon y Rhadamanthys en el Inframundo durante la Saga de Hades.
- Las pruebas a las que se enfrenta Sōjirō en el capítulo 5 para convertirse en un Saint parecen estar inspiradas en los desafíos que X impone a Teppei antes de aceptarlo como su jinete en la serie B't X, una de las obras de Masami Kurumada. En el tercer capítulo del manga de B't X, X somete a Teppei a pruebas extremas, como lanzarlo a las profundidades del océano y al interior de un volcán.
- Algunos fans consideran a Sōjirō como el Saint de Gemini más poderoso de la franquicia de Saint Seiya. Este punto de vista se basa en que, en el capítulo 37, se observa que su técnica Galaxian Explosion, después de concentrar y liberar todo su cosmos al máximo, es tan poderosa que puede trascender dimensiones y alcanzar así la lejana dimensión donde Yaldabaoth se encuentra sellado [37]. Además, se afirma que el cosmos de Sōjirō durante esa técnica poseía el poder para destruir dimensiones [38].
Apariciones[]
Referencias[]
[]
| Predecesor: Desconocido |
Saint de Gemini |
Sucesor: Desconocido |